Opinionytoros EXIGIMOS toro íntegro en todos los órdenes: desde la edad, pasando por las puntas de los pitones y hasta el rabo. Es una cuestión de vergüenza, de dignidad, de equilibrar el enfrentamiento con el hombre. Al segundo se le concede la inteligencia, su capacidad técnica y su arte, al toro ha de concederse su fiereza, su bravura, su casta y, ante todo, su trapío. Hacen como que no oyen este clamor, esta exigencia, pasándosela por el arco del triunfo en la mayoría de los casos y aquí no hay nadie que ponga orden, que ponga e imponga cordura. Por…