Primer festejo de la Feria Nacional de San Marcos 2024, Novillada. Plaza de todos San Marcos, media entrada. Se lidiaron astados de Las Huertas, desiguales en presentación. Buenos el primero, segundo y el cuarto que fue indultado, complicados tercero, quinto y sexto
César Fernández: Palmas y vuelta al ruedo tras indulto
Bruno Aloi: Palmas y vuelta al ruedo
Marco Pérez: Vuelta al ruedo y al tercio
Detalles:
Saludaron en el tercio el subalterno Alejandro Prado y el aspirante Carlos Vera.
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Rumbosa, alegre y siempre festiva, así es la Feria Nacional de San Marcos, que esta tarde de sábado dio inicio con su serial taurino 2024 con un cartel novilleril por de más interesante que a la postre dejó grato sabor de boca, cual vino de bodega prestigiosa, de esos que te dejan el dulzor y frescura en el paladar. Vimos detalles y momentos de buen toreo provenientes de los jóvenes coletas, que sin duda en el futuro tendrán vendimias exitosas.
César Fernández se ganó el puesto en esta tarde luego de que la afición le eligiera vía encuesta en redes sociales, el joven torero participó en el serial menor en esta misma plaza cortando dos orejas, sus paisanos votaron para que él fuera quién ocupara el lugar vacante y vaya que lo aprovechó pues ha tenido una actuación sólida y torera ante un buen novillo de Las Huertas que al final se le concedió un indulto excesivo que generó la polémica en el tendido.
Choche se llamó el cuarto del festejó un novillo con calidad en las embestidas al que Fernández lanceó bien a pies juntos, jugando bien los brazos, quitando por chicuelinas y tafalleras, en varas el astado apenas cumplió. Con la muleta el escalofrío al pasárselo en cambiados por la espalda, el novillo se venía desde lejos a las telas, Fernández se adueñó de la situación en muletazos por alto y proseguir por derecha con trazos rectos, zapatillas firmes, cambios de muleta deletreados y remates de pecho con aromas finos.
Repetidor, emotivo y noble fue el astado de Las Huertas que por naturales asistió con prontitud, para que Fernández le imprimiera profundidad y longitud como esos buenos vinos que su sabor persiste después del primer trago. Las sonrisa de aceptación, la complacencia de lo bien hecho se reflejaron en el rostro del novillero que prosiguió bajándole la mano con tersura y aunque fuese desprendido de los avíos la emoción continuaba, sonó la pelea de gallos, el novillo seguía asistiendo a la muleta una y otra vez, desde el callejón se miraba al palco en pos del indulto, leves pañuelos blancos se asomaban en el tendido, la faena se extendió, el joven siguió su labor ya con menos emotividad y a la breve cosquilla el juez de plaza César Pastor concedió el indulto que provocó una marcada división de opiniones. Al final César Fernández dio la vuelta al ruedo al lado del ganadero de Las Huertas, Rodrigo Barroso.
Con el que abrió plaza un astado bien presentado y con calidad, Fernández lo saludó con verónicas y chicuelinas. De muleta tandas por ambos lados algunas destacadas otras de menor conexión, insistencia y buenos trazos. Las fallas con la espada le impidieron el triunfo, para el novillo los aplausos en el arrastre y para el torero el reconocimiento y las palmas de sus paisanos.
Otro que tiene la vid adecuada, es Bruno Aloi que poseé empaque torero, buenas formas y aroma de fineza, dos faenas construidas desde la cimiente de la seriedad y la serenidad, Aloi sabe y lo sabe. Con el segundo del festejo un novillo fuerte y poderoso que embistió a la muleta, con este pudo conseguir pasajes importantes con el percal, verónicas, tafalleras y caleserinas. De muleta firmeza, valía y naturalidad. Trazos por ambos lados tersos, pero aguerridos, ganándole la pelea al de Las Huertas. Sus fallas con la espada le impidieron los lauros, la gente lo invitó a salida en el tercio.
El quinto del festejo fue un novillo de menor presencia con el que Bruno Aloi lanceó a pies juntos, poca vara recibió y salió doblándose de la suerte. Luego las tafalleras y el remate. En banderillas destacó Alejandro Prado y el aspirante Carlos Vera que saludaron en el tercio. Con la roja Aloi se arrodilló en el centro del redondel, para hacer pasar al novillo en cambiado por la espalda y vaciar por alto, ya de pie desdenes toreros e impregnados de gotitas tintas y dulces. Por izquierdo el novillo ya le rebrincaba y se quedaba corto, tornándose complicado, el joven insistió consiguiendo trazos firmes y tersos que tuvieron como colofón tincherazos y desdenes toreros. Lo que sí tendrá que mejorar Bruno Aloi es el uso de la espada porque las fallas se evidenciaron, pinchazo y estocada terrorífica yéndosele la mano muy atrás y muy abajo. La gente le sonó las palmas y luego Aloi dio una vuelta al ruedo con la complacencia de la afición.
El novillero español Marco Pérez regresaba a la Feria de San Marcos luego de que el año pasado dejó un aló agridulce, puesto que el arropo y el mimo exagerados le llevaran a pasar penurias en una tarde en la que se le fue un novillo vivo, pue sí, como premio repite en este año.
Con su primero un novillo justito de presencia, alegre de salida al que recibió con lances y buen juego de muñecas. Después de la breve vara prosiguió con verónicas suaves y de muleta comenzó por alto con muletazos estéticos rematados con el pase de pecho. El novillo le levantaba los pitones en embestida descompuesta, el joven español sin pena ni gloria ni zapatillas asentadas, voluntad sin más historia. Mató de entera traserilla de efectos rápidos, esta vez el juez acertadamente se guardó la oreja, Peréz salió honrosamente al tercio y cuando pretendía regresar al burladero los miembros de su cuadrilla le incitaron a dar la vuelta al redondel entre algunas protestas. Eh aquí donde sus asesores, su gente, sus mentores cual enólogos, debieran dirigir los procesos y el cultivo de este viñedo para que de él broten buenos frutos, sin adelantarle, sin engañarle, sin darle coba, pues el secreto del elixir es el tiempo. Y Pérez tiene la cepa, déjenlo fermentar.
El cierra plaza fue un astado muy bien presentado que probó a Marco Pérez, que lanceó bien y templadamente. En varas el novillo se escupió en varias ocasiones, reculando sin ir franco a la pelea, luego verónicas y media de calidad. Por bajo y con sabor Pérez comenzó su labor muleteril desdenes y trincherazos de arte, tandas por derecha también por lo bajo, el astado le protestaba, Pérez sopesaba tesonero y consiguiendo tandas aguerridas, lidiando y mostrando estructura y escuela. Mató de entera ligeramente caída para saludar en el tercio.
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