El aficionado que sobrevive estos tiempos acudió a la Maestranza con el señuelo del hierro de Murteira Grave. El hierro portugués renace después de un lago ostracismo. Se cumplían 30 años sin presentar reses en Sevilla. El resultado no puede ser de nota alta, pero con unos matices muy llamativos. El primero fue bravo en el caballo; en realidad, toda la novillada cumplió en varas, mejor que lo que fue su comportamiento en el último tercio. Fue noble el tercero y también el quinto; el resto, muy a menos, faltos de clase y apagados precozmente. Aún así, cada novillero tuvo la oportunidad del triunfo.
Todo comenzó con un novillo bravo en el caballo, sobre todo en una primera vara que tomó con empuje y fijeza. Ese mismo novillo, tan bravo, mostró un punto de genio en la muleta. Pero fue novillo para el triunfo. Diego Bastos ligó y templó tres tandas con la derecha, para luego no estar tan fino con la izquierda. Alargó de forma innecesaria la faena y deslució su labor. De forma que, a pesar de matarlo a la primera, no se le pidió la oreja más que por sus partidarios. La vuelta fue el justo premio. Pero a ese novillo había que cortarle la oreja.
Era al primero, porque el cuarto, que derribó en la primera vara y luego manseó, fue un animal impetuoso que soltó mucho la cara. Diego Bastos se había lucido con el capote a la verónica y en un gallero por chicuelinas. Comenzó bien la faena, con uno de pecho excelente. Aguantó gañafones por la derecha y se le paró por la izquierda, de forma que no pudo ligar los pases. El animal bajó el telón y todo fue un esfuerzo baldío. Bastos es un novillero de muy buen corte, pero esta tarde ha debido cuajar al primero y ahí ha estado el problema.
La novillada la animó Martín Morilla en el tercero. Entendió muy bien al de Murteira en una faena muy templada con algo impagable: tiene buena conexión con el tendido. Después de unos buenos lances, su faena comenzó con la derecha con temple, para seguir con naturales algo eléctricos. Morilla tiene detalles muy toreros y de filigrana pura, como los de la firma y un kikirikí enorme. También fueron majestuosos los ayudados del remate de su faena. La oreja vino después de una estocada caída.
El sexto, escaso de clase, viaje muy corto y raza por los suelos, solo le permitió estar entregado en busca de rematar su tarde. Fue imposible con un animal de escasas prestaciones. Al ver a Morilla, que progresa de forma adecuada, a uno se le ocurre que necesita torear mucho más para ganar en oficio y seguridad.
Se presentó en Sevilla el cordobés Fuentes Bocanegra. El novillo de su debut no fue bueno, más bien fue complicado porque siempre remató con la cara alta. A pesar de ello, Fuentes Bocanegra dejó una pobre impresión. Ni valor ni ambición. Le quedaba el quinto, que se dejó torear. El chaval estuvo algo más entonado, algún capotazo fue estimable y derechazos sueltos tuvieron cierta enjundia, pero en conjunto su labor fue de escaso contenido. Lo han presentado en Sevilla sin el oficio suficiente, aunque lo que le falta no se consigue ni con el oficio.
Plaza de toros de Sevilla, 19 de junio de 2025. Novillada con picadores. Algo más de media plaza. Seis novillos de Murteira Grave, bien presentados de juego desigual. Bravo el primero, noble el tercero y el quinto, al resto le faltó clase.
Diego Bastos, de gris plomo y oro. Estocada corta (vuelta al ruedo). En el cuarto, pinchazo y estocada (silencio).
Fuentes Bocanegra, de grana y oro. Estocada perpendicular y atravesada (silencio). En el quinto, pinchazo y media (silencio).
Martín Morilla, de verde y oro. Estocada caída (una oreja). En el sexto, estocada atravesada (silencio).
Novillada del día del Corpus en Sevilla. Fuentes Bocanegra debutó con caballos en Sevilla. Bastos brindó el cuarto a Manuel Carbonell. Destacaron los picadores El Patilla y Pedro Géniz.
