
Molina, con la derecha. Foto: Joaquín Arjona
La corrida de Murteira fue la triunfadora del pasado año en Málaga, algo que este año será imposible después de lidiar una corrida, en general, mansa, de mal estilo y ayuna de casta. Algunos toros fueron una prenda, como quinto y sexto. A pesar de esta corrida tan poco colaboradora, se han cortado tres orejas, lo que tiene una explicación clara y evidente: el nivel de la plaza malagueña, como ocurre en casi todas las plazas, es mínimo. Alguno de los trofeos cortados en esta corrida no tiene ninguna explicación coherente a tenor de lo sucedido sobre el ruedo. Se puede alegar que el público es soberano y si pide las orejas deben concederse. Ahí está el problema. Se piden orejas solo porque la espada entre a la primera sin que importe el sitio de la colocación del acero. Y mucho menos si antes ha habido una faena lucida.
Decíamos que la corrida fue bastante mala. Por número de trofeos cortados, el triunfador fue el llamado ahora Molina, que a la postre me ha parecido un torero marcado por la modernidad con muy poco sello personal. Se puso de rodillas con el tercero en el comienzo de la faena. Las tres tandas siguientes con la derecha fueron despegadas, toreando de forma periférica sin ajuste. Con el toro apagado, los pases con la izquierda se sucedieron sin posible ligazón. Como quiera que acertara con la espada, se llegaron a pedir las dos orejas, que el palco, de forma certera, dejó en una sola. El torero, en un alarde osado, se pegó dos vueltas al ruedo, la segunda por su cuenta.
El quinto no fue bueno. Fue un manso que tuvo una lidia muy complicada. Lo mejor de Molina fue un buen comienzo por bajo. A partir de ahí, toreo sin temple y sin ajuste. Para animar el cotarro se dio un arrimón. Faena simplemente de voluntad, pero como metió la espada a la primera, oreja al canto.
Tampoco fue muy brillante la oreja que cortó Pepe Moral al primero de su lote. Se fue a portagayola y lanceó con buen estilo. Con el capote ha estado bien Moral toda la tarde. En un quite al tercero bordó el toreo a la verónica con media de lujo. La faena a ese segundo comenzó con buenos doblones por bajo. Muy afanoso, lo toreó con entrega y desigual fortuna por ambos pitones. Un curso de buena voluntad, rematado con una estocada y la oreja en sus manos. El cuarto, un toro muy flojo y descastado, no le permitió repetir la faena, con el agravante de que ahora se puso a pinchar como nunca lo ha hecho en su vida.
Tomó la alternativa Pablo Páez. Ya es matador de toros, pero no tiene el oficio necesario para estos menesteres. El primero medio se dejó torear y Páez anduvo con ganas en una faena sin nada sobresaliente. Muy mal con la espada. El sexto fue un regalo demasiado ingrato para este chaval. La banda lo quiso animal y fue desagradable verlo desbordado ante un toro infame con la música atronando el pasodoble. Lo cazó a la tercera y acabó con la corrida.
Plaza de toros de Málaga, 16 de agosto de 2025. Tercera de Feria. Menos de media plaza. Seis toros de Murteira Grave, correctos de presentación. Se dejó el tercero y el resto mansos y de poco juego, con un sexto imposible.
Pepe Moral, de canela y oro. Estocada (una oreja). En el cuarto. Cinco pinchazos y estocada tendida (silencio tras aviso).
Molina, de verde y oro. Estocada (una oreja). En el quinto, estocada (una oreja).
Pablo Páez, alternativa, de blanco y oro. Tres pinchazos y pinchazo hondo (saludos tras aviso). En el sexto, dos pinchazos y media baja (palmas).
Páez tomó la alternativa con Caminante, número 14, de 570 kilos. Saludó en banderillas Víctor del Pozo.