Por Jose Morente
Ayer deciamos que los lances a una mano de Joselito al berrendo Barrabás de Vicente Martínez, lo eran al estilo de Reverte o sea recortes capote al brazo.
Sobre este tema, del lance de Reverte ya publicamos una entrada en este blog Descubriendo a Reverte en la que explicabamos que habíamos identificado al diestro de Alcalá en una de las viejas películas de los hermanos Lumiére.
Aunque no publicamos entonces la película, lo hacemos hoy. Veremos colocar al toro (otro berrendo, por cierto, de Orozco, procedencia Hidalgo Barquero) en suerte para una vara y tras la vara, aparecer por la derecha de la imagen, a Antonio Reverte para darle al toro uno de sus famosos recortes capote al brazo. Más ceñido imposible.
Lo que ocurre es que como Reverte no era Joselito y, tras rematar el lance, el toro hace por el, el diesto de Alcalá emprende una «graciosa huida», que diría Pepe Alameda, lo que incluye un simpático saltito.
Por cierto, por unos saltitos parecidos al de Reverte llamaron Gallito al primero de los Gallos, José, el hermano del señor Fernando y tío de Joselito. Asi que, en cierto modo, en esta cinta se vuelven a juntar Reverte con Joselito, este último legítimo heredero de esa Casa que es al toreo, lo que la de Alba lo es a la nobleza española.
A solicitud de un amigo mío que es muy buen aficionado pero con el único defecto de no gustarle la técnica (¡esto es broma!), va esta otra película de un fino, finísimo, torero vasco Serafín (no Víctor como dice el locutor) Vigiola «Torquito», toreando también a lo Reverte, capote al brazo.
El primer recorte que da merece la pena por lo parado del lance. Por cierto, que el toro otro berrendo podría ser por hechuras un Pablo Romero de los de antes del cruce (del cruce que siempre negó la familia) con toros de Saltillo. Aunque eso, que sea un Pablo Romero, es solo una hipótesis que habría que confirmar cruzando datos y fechas.
En todo caso, me parece de gran interés poder desempolvar esta vieja película por la actitud del torero y lo curioso y efectista del lance. Así podemos hacernos una idea del impacto que causaba este lance cuando lo daba Reverte, torero mediático a más no poder.
Y para rematar ya de verdad, una cuestión terminológica. La denominación de revertina que algunos aficionados modernos dan a este recorte con el que cimentó su fama Reverte, no me gusta. Prefiero el término tradicional: «recorte capote al brazo» y la apostilla «al estilo de Reverte». Pero eso es solo cuestión de gustos.
Reverte en un recorte capote al brazo en la plaza francesa de Marsella, el 6 de septiembre de 1903 ante un toro berrendo de Benjumea, ganado que, por pastar cerca de su pueblo, toreaba de noche cuando era un maletilla furtivo. Es su última corrida. Quizás su último recorte por este estilo. Faltan muy pocos días para la operación que le causaría su muerte. Publicado antes en «LA RAZÓN INCORPÓREA»