TELEGRAMA TAURINO
La reflexión de Antonio Lorca… Muere Rafael de Paula, un irregular genio del toreoMeritoria oreja para Diego Sánchez en la Corrida de Calaveras en la Monumental de Aguascalientes 2 de noviembre de 2025/Adiel Armando Bolio/Fotos: Emilio Méndez El coso Monumental de la ciudad de Aguascalientes, para la Corrida del XXXI Festival Cultural de Calaveras, en el marco de la II Temporada de Otoño 2025, registró poco más de media entrada en tarde de agradable clima, este domingo 2 de noviembre, resultando como triunfador Diego Sánchez al cortar una oreja, la única de la función. Sus alternantes, el ibérico Emilio de Justo pudo haber cortado un apéndice a cada uno de sus astados, pero, falló a la hora buena. Y, Arturo Gilio no tuvo suerte. Luego del despeje de cuadrillas, se tributó un cariñoso minuto de aplausos por el sensible fallecimiento de uno de los toreros con más arte que ha parido madre, nos referimos al jerezano don Rafael Soto Moreno Peña y Monje, mejor conocido como el célebre Rafael de Paula. Se lidiaron seis ejemplares de la dehesa hidalguense de Las Huertas, siendo buenos y bravos los dos primeros. El quinto fue regular y los demás tuvieron complicaciones. En el toro que abrió plaza, emotivo y bravo, el cacereño Emilio de Justo, en su saludo capotero lanceó bien a la verónica. Buena vara del piquero César Morales. Con la muleta, Emilio comenzó doblándose suavemente y, de pie, aplicó un derechazo, el desdén y una trincherilla de arte puro para, seguir bellamente, por el pitón diestro logrando el toreo pleno de temple y calidad a raudales en tres tandas. De igual manera se recreó y se gustó en su quehacer natural. Enclasada tanda derechistas sin ayudado. Otra del mismo nivel, con empaque, pero, por el izquierdo. Manoletinas ajustadas como broche. Falló al matar y fue ovacionado en el tercio. En su primero, llamado “Resiliente”, enrazado y que al final se rajó, el local Diego Sánchez veroniqueó evidenciando clase y mejor quitó por chicuelinas. Tras el segundo tercio, se desmonteró el subalterno Aldo Navarro. Con la sarga, tras brindarle a su padre, el matador de toros en retiro Luis Fernando Sánchez, Diego empezó doblándose para continuar en cinco racimos, de mano baja, de toreo atemperado, lento, largo, despatarrado y de mucha dimensión. Al natural también le corrió la mano toreramente. Serie de luquesinas para cerrar. Termino de estocada desprendida y así cortar valiosa oreja. El coahuilense Arturo Gilio, a su primer ejemplar, complicado, simplemente lo bregó. Con la pañosa, se dio a ejecutar una faena a base de evidente voluntad y ganas de agradar ante la poca colaboración del toro. Algún derechazo destacó por su buen oficio, aunque sobresalió al natural gracias a su insistencia. Acabó de estocada entera y atravesada y, descabello, siendo aplaudido. A su segundo, no fácil y rajado, Emilio se dejó ver empeñoso en su saludo capotero, sobresaliendo un artístico quite por chicuelinas. Puyazo y tumbo del picador jerezano José Antonio Barroso. Con la franela, De Justo se dobló poderosamente de inicio para continuar por derechazos mandones, de calidad, oficio y señorío en tres tandas, siempre tratando de sujetar al toro para que huyera. Por el pitón izquierdo anduvo en el mismo plan torero. Más pases meritorios, en un palmo de terreno y sin ayudado, por ambos lados. De nuevo falló con el estoque para ser aplaudido. Diego, en su segundo, rajado, pero, noble, aplicó de hinojos, en tablas, una larga cambiada y, de pie, bregó de forma atingente. Con la tela escarlata, tras brindarle a don Julio Díaz Torre, Diego realizó un trasteo entendido por derechazos largos y templados, sujetándolo, pues, se rajaba, por lo que en tablas y en un palmo de terreno, le sacó pases de mucho valor y aguante. Por naturales le puso esmero y torería. No acertó al matar y escuchó aplausos tras un recado de la autoridad. Y en el que cerró el festejo, complicado y sin trasmitir, Gilio tan solo bregó de inicio y quitó voluntarioso por gaoneras. Con el lienzo grana, se mostró esmerado, logrando algún natural meritorio. Por el derecho lo intentó sin fortuna. Falló con la espada y dividió las opiniones. FICHA LUGAR: Aguascalientes, Aguascalientes. EVENTO: Corrida del XXXI Festival Cultural de Calaveras y en el marco de la II Temporada de Otoño 2025. PLAZA: Monumental. ENTRADA: Poco más de media en tarde de agradable clima. GANADO: Seis ejemplares de Las Huertas, siendo buenos y bravos los dos primeros. El quinto fue regular y los demás tuvieron complicaciones. CARTEL: El español Emilio de Justo: Al tercio y palmas. Diego Sánchez: Una oreja y palmas tras un aviso. Arturo Gilio: Palmas y división.En Monterrey… la terna salió con apéndice en manoColombo y Marco Pérez salen en Hombros en el festival taurino de beneficencia en Aguascalientes (Fotos y Video)CARTEL CORRIDA DE TOROS EN IRAPUATOEl torero que paraba los relojes.En el adiós al ojito derecho de Juan Belmonte.Rafael de Paula. Una película que no pasa.Roca Rey celebra en casa la fuerza de una década mandando en el toreoLa ligazón y el poder de Roca Rey cuajan al segundo; el acero deja todo en una orejaMuere el maestro Rafael de PaulaSiga en directo la encerrona de Roca ReyOrden de lidia de los toros de Las Huertas para GuadalajaraRafael de Paula: el último del duendeTarik Othón cuaja una faena de dos orejas para llevarse el trofeo del del «Cristo de las Escapulitas» en MoroleónRotundo inicio de campaña mexicana para Andy Cartagena en Ciudad LerdoEn Aguascalientes… La fragancia del copalLa otoñada taurina en Aguascalientes (V)El duro final de Fuente Ymbro y la decisión de Ricardo Gallardo con la ganadería: «Esto es un hobby»En Aguascalientes…La fragancia del copal

Borja Jiménez indulta un toro de La Quinta en Bilbao

Borja Jiménez ha escrito una página gloriosa en la plaza de Bilbao al indultar al toro Tapaboca, de la ganadería de La Quinta, número 26, al que hizo una sensacional faena. Aquí la descripción que hace José Ignacio Galcerá en Aplausos:

Tarde histórica en Bilbao. Es lo que pasa cuando se junta el mejor toreo con la mejor bravura. Borja Jiménez y La Quinta ya forman parte desde hoy de la leyenda de Vista Alegre. Tapabocas, el primer toro indultado en la historia del coso, y el rubio torero sevillano, autor de una extraordinaria obra, figurarán a buen seguro en un sitio de honor de esta plaza. Todo sucedió en el sexto y después de remontar, ese fue otro de los grandes méritos del éxito, una tarde plomiza hasta ese momento.

Borja lo tuvo claro clarísimo y puso en marcha esa receta del pronto y en la mano que tanto recitaba el maestro Chenel. Atalonado, firmes las plantas, la muleta por delante y allá que fue el toro de La Quinta, que transmitió desde la primera arrancada. El estilo en el galope fue una nota común de toda la lidia. Llegó a la muleta con el castigo del caballo medido. Las dos primeras series, ligadas en un palmo de terreno, encendieron el ambiente, con el toro embistiendo con alegría y humillando. Precisamente una de las claves de la faena fue la ausencia de tiempos muertos para que la intensidad creciera a cada segundo. La tercera tanda, con la figura erguida y encajada, fue reveladora de la entrega de toro y torero. La faena, siempre a más, alcanzó su punto álgido al natural. Ahí el toreo de Borja subió de quilates, de muchos quilates, como también la embestida del toro, más profunda, más enclasada, con un ritmo especial, en realidad con ese ritmo tan especial con el que se cimentó la leyenda de los buendías. En el ambiente se palpaba ya el runrún de que algo grande iba a pasar. Ese algo eran las primeras peticiones de indulto para el bravo toro. El sevillano entonces se dobló con categoría como remate de una faena a la que todavía le quedaba algún capítulo más. Y es que con los primeros pañuelos asomando tras el toreo genuflexo, Borja se echó de nuevo la muleta a la izquierda para confirmar la bravura del santacolomeño y rubricar la grandeza de su faena cuajando la serie más redonda y rotunda de la tarde por templada, desmayada y ajustada. El toro, cosa de los bravos, embistió incluso mejor de lo que ya lo había hecho, cuestión que se antojaba difícil pero para este Tapaboca no lo fue. Para ese momento Borja, que miraba y remiraba al palco, ya estaba absolutamente roto y vacío, entregado al toro, que entre las muchas virtudes cabe apuntar su extraordinario fondo, aguantando la exigencia de casi dos faenas en una. Quedaba una postrera tanda para ya con el público puesto en pie como un resorte desatar una unánime petición. Asomó por fin el pañuelo naranja y se desató el éxtasis. La vuelta al ruedo, acompañado de Álvaro y Pepe Martínez Conradi, fue emotiva tanto como clamorosa fue la salida a hombros rodeada de decenas de jóvenes.

By Juan Montañés

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