Colombo y Valencia podrían ahora mismo emprender un duelo taurino en los ruedos que llegue a los tendidos abarrotados y emocionados. Fotomontaje: plaza1 – tauroarte
La rivalidad en los ruedos siempre ha estado presente y en determinadas épocas, ha sido sostén de la fiesta. Desde «Lagartijo» y Frascuelo, «Gallito» y Belmonte, más tarde»Manolete» y Arruza, Litri y Aparicio.
En México llenaban los graderíos Lorenzo Garza y «Armillita»; las llamadas porras, se caían a golpes en los tendidos, hasta que Eloy Cavazos y Manolo Martínez llenaron varias décadas de rivalidad en una gran lucha casi pasional que le dió a la fiesta un renovado aire.
Lamentablemente en España se formaron parejas imaginativas que no cristalizaron con Paquirri, Manzanares; Julio Robles o El Capea que quedaron para el común de los empresarios y apoderados que tomó cada uno para su lado.
En nuestro hermoso país, hubo oportunidades maravillosas para parejas de toreros que pronto se evaporaron por escasa imaginación de los apoderados y empresarios. Eleazar Sananes «Rubito» y el negro Julio Mendoza tuvieron arraigo popular. «Diamante Negro» y el valenciano Alí Gómez se quedaron en el intento; la de César Giron y Joselito Torres, se esfumó en un momento importante de nuestra fiesta.
Igual se fué en el autobús sin frenos de la indiferencia, la rivalidad de Celestino Correa y Rafael Ponzo, dos artistas que han podido revolucionar; a la de «Morenito» de Maracay y Leonardo Benítez, le faltó oxígeno para pelear, mientras Bernardo Valencia acaparaba pueblos con sus triunfos.
El destino truncó la que ha podido ser una rivalidad taurina muy importante: Manolo Vanegas y Jesús Enrique Colombo; esta sí se vislumbraba como interesante pareja, pero ya sabemos que Vanegas hubo de apartarse tras el lamentable percance donde prácticamente pudo volver a nacer, arrastrando Colombo la bandera en solitario sin mayores apreturas.
Este año 2024 se abre una iluminada vitrina para exhibir la pareja que podrían constituir JE Colombo y José Antonio Valencia. El hijo del matador valenciano tomó la alternativa encabezando la estadística de novilleros y con un cartel interesante con Castella y «El Fandi», luego de mantener una campaña novilleril de sonados éxitos.
Si nuestros empresarios lo entendieran, Colombo y Valencia podrían ahora mismo emprender por nuestras plazas un bonito camino sembrando ese duelo taurino en los ruedos que llegue a los tendidos abarrotados y emocionados.
Ojalá y cristalice esta idea, muy necesaria en nuestra fiesta carente de golpes de taquilla criollos.
Leer máshttp://www.venezuelataurina.com/