En la pasada noche del jueves 20 de noviembre, en los salones del restaurante “Las Piletas”, el Club Taurino de Sevilla ha tenido el honor de organizar un acto homenaje a la figura de Manolo Dos Santos, con motivo de haberse cumplido en este año el centenario de su nacimiento (Lisboa, 11 de febrero de 2025).
Ha sido, o así es considerado, el matador de toros a pie más importante de la historia del toreo que ha dado el país vecino.
En un ambiente sentido y emocionante, su hijo Manuel Jorge Dos Santos y su nieta Madalena Paiva Dos Santos desgranaron la trayectoria del maestro portugués y la importancia que tuvo en la tauromaquia, sus éxitos, y su compromiso posterior a su retirada de los ruedos, velando por el toreo en Portugal y siendo empresario de varias plazas, entre ellas, la principal del país, el mítico coso de Campo Pequeño. Criado en la localidad ribatejana de Golegá, donde cuenta con un museo taurino que lleva su nombre.
Torero de gran valor, muy castigado por los toros, sin ir más lejos resultó gravísimamente herido el día de su alternativa en la plaza El Toreo de México.
Posteriormente, a su vuelta a Europa, renunció a dicha alternativa, doctorándose en 1948 en la Real Maestranza de Sevilla en la emblemática fecha del 15 de agosto, de manos de Manuel Jiménez “Chicuelo”, actuando de testigo “El Andaluz”, con ganado del Marqués de Villamarta.
En la temporada siguiente, confirmó en Las Ventas, teniendo de padrino de la ceremonia a otro ilustre sevillano, Pepín Martín Vázquez. España, México y Portugal fueron los países en los que Manolo Dos Santos desarrollaba fundamentalmente sus temporadas y donde gozó de consideración de figura, siendo en 1950 el líder del escalafón de matadores de toros. Creador del pase denominado “la dosantina”, el maestro falleció en un accidente de automóvil en febrero de 1973.
Torero muy completo en todos los tercios y de un valor contrastado, por su importancia en la tauromaquia, por su compromiso con Portugal y por su legado, era de justicia recordar y realzar su figura, en un año tan especial, agradeciendo la asistencia de sus familiares, que compartieron con nosotros múltiples anécdotas en una noche para el recuerdo.


