En Dax… Obertura en victoriano menor

Arènes de Dax. Primera corrida de toros de las Fêtes 2025. Lleno aparente. Pasamos de la canícula a una humedad casi tropical. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés -5º-. Doce encuentros, cuadra Bonijol.

Sébastien Castella: Silencio y silencio.

Daniel Luque: Oreja y silencio.

Pablo Aguado: Silencio con aviso y silencio con aviso.

Detalles

Saludos de José Chacón al banderillear al primero.

Presidente: Franck Lanati

Al final del paseo, Sébastien Castella recibió la medalla de la ciudad de manos de Julien Dubois, alcalde de Dax.

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Resumen

El público de Dax fue gentil, esperando a que los dos últimos salieran en el arrastre para pitar a los toros de Victoriano del Río, cuyo encierro en Dax no pasará a la historia. Cada uno de los tres toreros se esforzó. Sébastien Castella hizo lo poco que pudo con el primero. Daniel Luque dio una demostración de técnica con el segundo, que remató con éxito. Pablo Aguado, tan mal servido como sus dos colegas, tuvo gestos de gran clase. Pero con toros de tan mala calidad, no pudieron haber hecho más.

Los toros

Si bien la presentación de Victoriano del Río fue heterogénea, con hechuras dispares y algunas cabezas cómodas, su comportamiento en el ruedo fue homogéneo. Ninguno fue bueno. Incluso para toreros experimentados, era imposible hacer otra cosa que atender los asuntos comunes del momento. Los dos últimos toros fueron pitados para arrastre.

Los toreros

Sébastien Castella tuvo una difícil labor. Logró ejecutar una faena bien ejecutada a un primero sin raza. La espada le privó al francés de un posible trofeo. Silencio. El cuarto resultó soso y sin raza. La faena de Castella no transmitió y la suerte suprema le rsultó un fracaso. Silencio.

El segundo fue incierto. Daniel Luque, con su conocida técnica, impuso su ley y mató con una entera fulminante. Oreja. El quinto fue deslucido y descastado. A pesar de los esfuerzos de Luque, no había nada de qué tirar. Silencio.

El tercero falto de raza y recorrido. Algunos alegres gestos de, Pablo Aguado, incluyendo una bonita trinchera, pero la faena no transmitió y la suerte suprema fue muy prudente. Silencio. El último tuvo poco recorrido y fondo. No le permitió gran cosa. Aguado lo intenta, pero tuvo que decidirse a matar, y con mucha dificultad.

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