Mariscal Ruiz se encuentra ingresado en el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana de Madrid donde llegó anoche tras sufrir una dura cogida en la plaza de toros de Las Ventas. El joven novillero sevillano quedó inerte sobre la arena después de que un seco derrote del quinto novillo de Los Chospes lo lanzara al aire varios metros. Las cuadrillas se apresuraron a llevarlo a la enfermería mientras Mariscal Ruiz, inconsciente, sufría movimientos espasmódicos, dejando helada a toda la plaza. En la mañana de hoy ha recibido el alta. Se han descartado lesiones en cerebro y preocupa el traumatismo del hombro derecho. Hoy mismo tiene previsto viajar a Sevilla.
Según informa Aplausos, «Está mucho mejor, han pasado toda la noche haciéndole pruebas para descartar lesiones. Está cansado, dolorido, lógicamente, porque la cogida fue muy fuerte», afirma Luis Mariscal, padre del novillero. «Le hicieron un TAC en el que se han descartado lesiones en la cabeza; ahora, sin embargo, lo que más nos preocupa es una posible fisura en el hombro derecho que hasta el lunes no sabremos si se confirma o no», apunta.
Mariscal Ruiz entró inconsciente a la enfermería, no recuperando la consciencia hasta prácticamente la muerte del último toro de la noche: «Hasta veinte minutos más tarde de la cogida no empezó a reaccionar y a acordarse de su nombre, de dónde estaba y qué había pasado; no me avisan hasta que termina el ultimo toro», dice.
Luis Mariscal, banderillero que también ha sufrido en sus carnes la dureza de la profesión, rememora así el percance de su hijo: «El novillo estaba sin definirse, era complicado; Mariscal se salió bien con el novillos para fuera, pero en la primera tanda, en casi el primer derechazo, se le metió por detrás y lo cogió con agresividad. Cuando cayó al suelo, no reaccionó; y cuando se lo llevaron en brazos, tampoco. Fue un susto grande. Pero ya ha pasado».