El rejoneador Rafael Peralta Pineda ha fallecido este viernes, 4 de julio, a los 92 años de edad. Nacido en La Puebla del Río un 4 de junio, Rafael siguió los pasos de su hermano Ángel y con 25 años comenzó a actuar en los ruedos españoles.
Hermano de uno de los grandes rejoneadores de la historia, Ángel Peralta, Rafael Peralta ha sabido escribir su historia con méritos propios. Nacido en la localidad sevillana de Puebla del Río el 4 de junio de 1933, se inicia en el arte del toreo a caballo con su hermano, con el que actuaría en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera, a pesar que poseer ambos dos estilos muy distintos. Desde su primera actuación en público, durante la temporada de 1958, Rafael se gana el favor del público con su enorme destreza, valor y simpatía, cualidades que mantiene durante toda su vida profesional y que le proporcionan numerosos contratos.
En la temporada de 1959 debuta en Madrid, el 30 de mayo, cuajando una buena actuación con una res de Juan Sánchez Cobaleda. Tan sólo el mal uso del verduguillo le impidió cortar trofeos en esta tarde tan importante, en la que también actuaron Julio Aparicio, Manolo Vázquez y Curro Girón. Pero quizá sus mejores actuaciones hayan tenido como escenario la Real Maestranza de Sevilla, donde triunfó en numerosas ocasiones durante la década de los sesenta.
La de 1966 fue una temporada un tanto aciaga, puesto que un toro de Barcial acaba con la vida de una de sus monturas, Tamborel, en Sevilla el día 10 de abril, y el 7 de agosto sufre una fractura de la rodilla izquierda en Vitoria, al ser derribado por una res de Luisa Flamarique.
Mucho mejores fueron las siguientes campañas, incrementando el número de apariciones sobre todo a partir de 1970, cuando suma 86 tardes. Su buen hacer le permite entrar a formar parte de los llamados ‘Cuatro Jinetes del Apoteosis’, junto a su hermano, Álvaro Domecq y Samuel Pereira Lupi, compartiendo cartel con ellos numerosas tardes. Muy elevado es su número de actuaciones en las siguientes temporadas, sumando 117 en 1971, 112 en 1972 y 96 en 1973.
Tan sólo una serie de percances le impidieron elevar aún más estos números, percances como la rotura de ligamentos que se produjo mientras actuaba en Alicante el 39 de junio de 1973, ante una res de García Barroso.
Mantiene un tono alto en cuanto a cantidad y calidad hasta mediados de los ochenta, si bien nunca llega a alcanzar la elevada cifra de tardes que antes señalábamos. Sus principales triunfos durante este período tienen como escenario las plazas de Pozoblanco, Santa Cruz de Tenerife, Linares y Rabat, lugar este último donde logró los máximos trofeos de un toro de su divisa el 6 de agosto de 1986.
En 1987 cumple treinta años en la profesión y continúa presente en las principales plazas españolas, aunque a partir de entonces va disminuyendo paulatinamente su número de actuaciones hasta 1991, cuando inicia un leve ascenso. La de 1995 puede considerarse su última campaña en activo, dedicándose desde entonces a la ganadería que posee junto a su hermano y a otras tareas, como la de comentarista de televisión, ejercida en las retransmisiones taurinas de Tele 5 junto a Pedro Javier Cáceres.
Rafael Peralta representó uno de los máximos exponentes del rejoneo clásico y a la vez vibrante. Estuvo en activo cuarenta y cuatro temporadas ininterrumpidas (caso único en la historia), actuando por los ruedos de todo el planeta taurino. Ídolo en América, el menor de los Peralta lideró el escalafón en varias temporadas. Así, por ejemplo, en el año 1972, donde actuó 112 tardes y cortó 363 orejas y 96 rabos. Además, hasta la década de los 90, se mantuvo como máxima figura ocupando siempre un puesto destacado.
Formó parte del cuarteto de los «Cuatro jinetes del apoteosis», creando propiamente las corridas del arte del rejoneo y que sentarían las bases del toreo a caballo en España. Considerado uno de los nombres más grandes del toreo a caballo, Rafael Peralta constituyó todo un referente. Si anteriormente se acostumbraba a pasar y clavar al hilo del pitón, Rafael Peralta destacó por invadir los terrenos del toro, citando de frente, exponiendo y clavando al pitón contrario asombrosos pares al quiebro y a dos manos.
Como curiosidad, decir que en un festival celebrado en la Real Maestranza el 10 de enero de 1965 cortó el primer rabo que un rejoneador cortara en Sevilla. Son varias sus puertas del Príncipe y puertas grandes en Madrid, constituyendo todo un hito al cortar oreja en la Real Maestranza de Sevilla con más de sesenta años cumplidos.
La capilla ardiente se instalará en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de La Puebla del Río, de donde era natural, y quedará abierta al público a partir de las 17 horas de este viernes. El funeral se celebrará en la parroquia cigarrera el sábado a las 12 horas.