Dicen que Pamplona no es taurina, sino sanferminera. Como si se pudiera separar el alma del cuerpo. Politizar San Fermín es insultar su esencia: la de una ciudad que se olvida de todo y de todos para encontrarse consigo misma. Por Saúl Núñez Amado. Los pañuelicos rojos se desanudaron del cuello para alzarlos y cantar […]