Fueron dos horas y media de una corrida de toros en toda su esencia, que elevó a su máximo exponente la liturgia de un espectáculo tan único como real, en el que hubo tercios de varas que recordaron al siglo pasado, un manso encastado, otro manso que dejaba un navajazo en cada derrote, varias monedas …
La entrada Una vida colgada de un pitón con banderillas negras se publicó primero en Cultoro.es.
PUBLICADO ANTES EN CULTORO https://cultoro.es