Tauromaquia, toreo, tauromagia.Jornadas.
Moradas del castillo. Ardua ascensión de gradas
y vistillas al cielo entre almenas y espadas.
Tú, Anselmo, la inventaste. Sea tuyo el poema.
Al decir “tauromagia” creabas el teorema,
la teoría y su exégesis. Todo está ya en la yema.
Subir hasta la cima donde ya no se plagia
es mística de amor sufí, ciencia trisagia,
rara buenaventura de la azor tauromagia.
Pocos los elegidos que descorran el velo
y ondeándolo alumbren andanadas de cielo.
Raptos, quietismos, éxtasis en el quicio del vuelo.
Pocos los elegidos, los devotos no muchos.
La masa no discierne ángeles de avechuchos,
ni babilonios toros de bastardos moruchos