TELEGRAMA TAURINO
Carla Otero, apasionada del toro, cargada de sueños y orgullosa de un costurón en su pierna derecha.Joselito Adame y Román en el festival de Santa Eulalia del Campo.Ecología y el toro bravo.Fernando Adrián, sometido a intensas sesiones de fisioterapiaEn Santander… Bueno, las cosas han estado bienEl reportaje del Maestro Sainos… Raúl Cervantes recibió en su ganadería a José María Mendoza y Rafael SorianoEl novillero mexicano Juan Pablo Ibarra debuta sin picadores en España dando un golpe fuerte de tres orejas en Collado de VillalbaSANTANDER:Luque,tres faenas de mayor exposición que lucimiento La tremenda fe de Luque y el poder sin acero de Perera en exigente tarde de La Quinta en SantanderBorja Jiménez sí acudirá a su compromiso de AzpeitiaPerera: «Estoy contrariado; la tarde con la espada no ha sido del nivel del capote y la muleta»El mundo de los toros llora la muerte de Pepe Luis Vázquez SilvaTercer especial de grana y Oro de JulioCambio de ganadería para la «Corrida de las Luces», en HuamantlaFallece Pepe Luis Vázquez SilvaCambio de ganadería para la «Corrida de las Luces», en HuamantlaCiudad Real tendrá Feria taurina ‘in extremis’ de tres corridas y una novillada: los carteles que se oficializarán el día 1Alberto Escribano, alcalde de Arganda: «La presentación de las novilladas este año es de máxima seriedad; van a sorprender»Daniel Luque: «Interiormente ha sido una tarde buena»Santander guarda un emotivo minuto de silencio en recuerdo de Pepe Luis Vázquez

Santander, 26 de agosto de 1947: la última corrida de Manolete antes de Linares

 

Fue en Santander el 26 de agosto de 1947. La última corrida que toreó Manolete antes de la tarde de Linares. Una actuación que no tuvo mayor historia, salvo la de ser la ultima tarde en la que el Monstruo salió por su pie de una plaza. Desde la capital cántabra se trasladó a Madrid y en la tarde del día 27 inició su ulñtimo viaje en coche. El destino era Linares.Fue el 26 de agosto de 1947, en Santander, en la corrida local de la Beneficencia, toreando con Juanito Belmonte y el Raúl Ochoa Rovira, con toros de Rogelio Miguel del Corral, una ganadería de procedencia Saltillo y Vega Hermosa, que se había formado en 1935 y que, con diversas transformaciones, llega a nuestros días en el hierro de Peñajara.Si nos fiamos de la escueta reseña que distribuyó la agencia Efe –que entonces firmaba como “Agencia Cifra”–, aquella tarde Manolete “toreó confiado y tranquilo, oyendo oles y música”, dando la vuelta al ruedo en su primero y recibió una gran ovación en el quinto. En el que cerró plaza recibió el brindis de su compañero Rovira.Según se narra en ´100 años de toros en Santander´, de Pablo Morillas, los toros salmantinos fueron ´modélicos´ en mansedumbre. Belmonte se limitó a cumplir sin poner gran cosa de su parte, en el primer toro, y anduvo algo más entonado en el cuarto. Manolete expuso mucho para ligar faena a su primer toro, escuchando la música y las ovaciones, y mató pronto, dando la vuelta al ruedo. En el quinto volvió a pisar terrenos de compromiso para poderle al manso y el público supo valorar la entrega del diestro que mató de una buena estocada y un descabello. El debutante Rovira estuvo breve y no muy sobrado de recursos en el tercero y en el que cerró plaza puso más entrega y logró algunos muletazos de buen ver, manejando con soltura el acero. Fue despedido con aplausos.En Santander ya había toreado Manolete en esta temporada la tarde del 6 de agosto, con Gitanillo de Triana y Pepín Martín Vázquez, que obtuvo por cierto un gran triunfo. Y perdió de actuar la tarde del 3 de agosto, como consecuencia de la cornada que había sufrido en Madrid, en la Corrida de la Beneficencia celebrada el 16 de junio, que le mantuvo inactivo hasta el 4 de agosto.Si hacemos caso a lo que contaba Clarito en sus Memorias, Manolete ya se sentía incómodo y en más de una ocasión en aquellos días había repetido, refiriéndose al traje de luces, “estoy por no ponérmelo más”. Una de las cosas que más le habría contrariado fue el poco público que había ido a la plaza en Toledo el 17 de agosto. De allí pasó a Gijón, el día 24, y luego a Santander.En estas fechas, algunos días los debió pasar en San Sebastián, donde veraneaba su madre. Para Linares emprendió viaje en coche desde Madrid en la tarde del día 27, a la que iba a ser su corrida número 501 y su toro 1004, el último, que se llamaba “Islero”.100 AÑOS DE TOROS EN SANTANDER. II volúmenes.Pablo Morillas y Felipe Fragua Pando Edición de Antonio Martínez Cerezo.

By TT20

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts

No widgets found. Go to Widget page and add the widget in Offcanvas Sidebar Widget Area.