Diferentes matices en la tarde de este jueves 26/01 en la primera corrida de la LVIII Feria de San Sebastián en largo festejo de ocho toros, con receso incluído, más la devolución de un astado, para tardar cuatro horas la corrida, con tiempo soleado y fresco.
Disparejo en todo el encierro de cuatro toros de «Rancho Grande» y cuatro de «El Prado» de distinto comportamiento y presentación, que permitieron el sonido musical de la extraordinaria banda Taurina San cristóbal que dirigen Fernando Rey y Marisela Posso; sonó en seis oportunidades, gracias al empeño de los toreros que con tesón exprimieron los muletazos.
El oficio de Luis Bolívar
El espada colombiano tiene tanto oficio como canas en su cabellera. Oficio y valor seco ante lo bueno y lo malo con muletazos a base de valor y técnica con los menos potables del encierro, oyendo la música en su primero en variada faena sin orejas por errático acero, y aplaudido en el otro que se rajó muy pronto.
Orellana vuelta al ruedo
Rafael Orellana poco logró en el segundo de la tarde de escasas opciones, pero en el otro, recibiendo a portagayola, largas de rodillas, pases por alto de hinojos, entregado al efectismo bajo acordes musicales, rematando con manoletinas y al final estocada contraria para dar vuelta al ruedo.
Antonio Suárez con lo más artístico
El joven torero tachirense tuvo a su cargo lo más artístico de la tarde, derechazos lentos, relajado, entendiendo al nada fácil astado de «El Prado» en larga faena de armonía y conjunción artística de exquisito gusto. Despachó de pinchazo y estocada con fuerte petición de oreja no concedida.
En el otro volvió a oír la música, aprovechando el viaje hacia los adentros del astado al que endilgó muletazos de clase y empaque, demostrando el fino torero tachirense que lo que necesita es torear. No cayó el toro con prontitud y dió aplaudida vuelta al ruedo.
Fonseca un torbellino que arrolla
El debutante mexicano arrolla todo con sus propósitos de triunfo fundamentados en el valor con largas de rodillas, pases cambiados por la espalda en los medios y encimista labor de muchos pases en variada labor de aprobación popular con un carisma de inmediata conexión. En el del debut en nuestro país, «Cantinero» número 254 de 430 kilos con el hierro de «Rancho Grande» cortó una oreja, premio que repitió en el cierre plaza, para ganar la salida a hombros por la puerta grande.
Pocas opciones para banderillear arriba los subalternos, sin embargo destacaron «Chico» Paredes, Ramón Contreras y Salvador Moreno
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