
Lagartijo y el monosabio
Refieren que un mono sabio, con pertinaz insistencia, molestaba á Lagartijo para que le permitiera torear; pero el maestro juzgándolo una imprudencia, daba siempre al pobre chico la callada por respuesta, privándole de ganarse un puñado de pesetas. 1 El atrevido muchacho no desistió de su empresa; pues si el maestro era terco,] el chico, que era muy pelma, vio á un amigo del Califa, que le escucha y le aconseja que persista en su proposito y que en la ocasión primera suplique al célebre diestro que á su pretensión acceda, y que será cosa fácil conseguir lo que desea,…