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18 mayo 2024

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En Aguascalientes… El viaje del Anacronópete

Décimo tercera corrida de la Feria de San Marcos 2024. Plaza de toros Monumental, poco más de un cuarto de aforo. Se lidiaron astados de Boquilla de Carmen muy escasos de presentación, descastados y mansos.

Emilio de Justo: Al tercio y palmas

Sergio Flores: Leves palmas y silencio

Alejandro Adame: División de opiniones y al tercio por su cuenta

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¿Qué le diremos a nuestros hijos, nietos o sobrinos cuando nos pregunten cómo era la fiesta brava de nuestros tiempos?

Resulta fascinante escuchar a un viejo aficionado contar las hazañas de otros tiempos, pero lo que nosotros contaremos a las nuevas generaciones lamentablemente no será igual a lo que los de antaño nos contaron, porque comparado con lo que se vive hoy dan ganas de montarse en el Anacronópete, la máquina del tiempo de la novela de Enrique Gaspar y Rimbau, irse a vivir tardes que disfrutaron nuestros antepasados. Subirse al aparato que vuela contra el tiempo y perdernos en otras épocas, en otra fiesta, porque ésta, la de hoy, está secuestrada en la medianía.

Y es que hoy en la Monumental salieron por toriles astados sin la presentación adecuada para la categoría de esta plaza, descastados, sosos a los que Emilio de Justo les pudo y los demás se desdibujaron como tinta en papel al caer la lluvia.

Lo acontecido en el ruedo y en el graderío nos hizo entrar en una profunda reflexión:

¿Qué tipo de aficionado asiste a cada tarde? 

¿Cuántos realmente están interesados por velar la integridad de la fiesta?

Porque mucho tendido joven, pero incapaz de poner siquiera atención a lo que pasa en el redondel, mucho menos a exigir. Preocupantemente en ellos está el futuro de la fiesta.

¿Y quién es el responsable de eso?

¿Las redes sociales rosas, la liviandad con la que venden una fiesta de grandeza?

¿Los portadores de cámaras, plumas y micrófonos, los aficionados, los empresarios, los ganaderos, los toreros?

¿Quiénes?

Y lo digo porque, de lo bueno vimos poco en las manos de Emilio de Justo, ¿el tendido lo aquilató correctamente? Me temo que no, porque les pasó de noche premiar una faena de estructura, arte y mando. Al primero de la tarde Vinatero, lo recibió con verónicas de manos bajas, lentas, de sabor, misma que remató con revolera. En varas cumplió el astado, pero con la cara arriba. Luego chicuelinas a manos bajas y la revolera que sacó luminiscencias.

Con la muleta en la diestra se lo llevó con trazos finos hasta el centro del ruedo, caminándole al toro, con naturalidad imponente, el cambio de muleta con torería y a rematar por bajo. Las zapatillas atornilladas en la arena, las tandas por la diestra pasándoselo a media altura para despedir con el pase de pecho larguísimo como los tiempos transcurridos.

Por naturales perdió la emotividad, saliendo con la cara arriba sin contar más historias para el anecdotario. Mató de entera ligeramente trasera de efectos rápidos pero…

¿ Y la petición?

Escasos pañuelos salieron de las manos, extrañamente la afición de hoy aprecia más el barro que la porcelana.

Triste pero cierto. Para Emilio de Justo la merecida salida al tercio.

Escritor se llamó el segundo de Emilio de Justo, éste prometía ya que su salida fue de frente, alegre, buscando pelea en los burladeros. El torero nos regaló escenas en blanco y negro emulando calendarios pasados al veroniquear con tersura, ritmo y calidad, las chicuelinas a manos bajas y la colorida revolera que surcó el viento, parecía que sería el tiempo perfecto para que Escritor nos relatara su historia, pero no. Remató en uno de los burladeros partiéndose en pitón izquierdo desde la cepa, los relatos ya no llegaron y fue regresado a los corrales.

En su lugar saltó un torillo de pocas carnes que se llamó Guantero, los pitos ahora sí se escucharon, pero ante eso nadie hace ni hará nada. De Justo le bajó las manos en mecidas verónicas y media de calidad, pero el toro le rebrincaba y perdía las patas delanteras. El micro-puyazo se hizo presente y aunque usted no lo crea, ahora se aplauden ese tipo mini castigos. Qué ganas de usar ese aparato imaginario para transportarnos a otrora y que los nuevos conozcan un puyazo en lo alto, digno, emocionante, pero no, la máquina del tiempo no existe.

En el tercio final el astado siempre terminó apuntando los pitones al cielo, protestándole, Emilio de Justo lo cambió de terrenos, ante la difícil situación le propuso su muleta y aunque no hubo respuesta positiva sí se quedó en el justo espacio para obligarlo a pasar por su tela, firme, sereno, conocedor, hasta volver a hacer que pasara por la diestra. Por naturales lo intentó, pero ahí no había manecillas que parar, mató de pinchazo arriba y entera trasera y caía para irse entre palmas

De Sergio Flores hay poco que contar, dos faenas sin esa raza a la que nos tenía acostumbrados, pareciera que está sin estar.

La primera se la hizo a un astado de poca presencia que también recibió protestas, no asistió a capotes ni a las varas con poder. De muleta el torero tlaxcalteca comenzó dejándole la tela en la cara en los primeros trazos, el astado siempre le rebrincaba, parecía que el desajuste era por apenas estar iniciando la labor, pero las emociones nunca llegaron, el astado rascaba la arena, reculaba, por momentos metía la cabeza, pero la muleta presentada no tuvo un plan certero para domeñarlo. Espacios de luz, alardes, y desarmes que no gustaron a la afición y se lo hizo saber. Mató luego de varios pinchazos y golpes con el descabello e irse entre leves palmas.

Con el quinto del festejo la situación fue prácticamente una calca, también muy justo de carnes, saliendo suelto de las capas. Sergio Flores desacertado hasta con el capote. Otra vez poca vara, y de muleta medios pases, y esos pocos encaminados hacia afuera, dejando que se los lleve el tiempo… y las distancias también. Sin emociones, fallas con la espada y el silencio. Pitos para el de Boquilla del Carmen.

Alejandro Adame tiene un pase de abordaje, pero directo a la tierra del olvido donde viven las tardes malas. Se enfrentó en primera instancia a Gallero un astado justo de presencia que hizo caso omiso al llamado de las telas. Brevísima vara. En el último tercio comenzó por bajo rematando con el de pecho, poco a poco ante la embestida sosa. Por naturales algunos suaves, otros intrascendentes, el astado pasaba, aunque con la cara arriba, pero iba. No se le vio una muleta de mando, ni de estructura ni de estilo definido, y dirán que eso lo podrán dar los años, pero el que tiene patas pa gallo se le nota desde que es pollo.

La gente ya es su propio viaje al ayer, al mañana o al de pasado mañana, sin que le lograra engancharlos en su labor, no, ni al público ni al toro. Dudas, titubeos y golletazo terrible, luego pinchazos varios y adiós. Se retiró entre marcada división de opiniones.

Con el cierra plaza otro que no merecía presentarse en esta feria por su falta de trapío. Sin decir nada en la capa, de varas se escupió en dos ocasiones. De muleta comenzó con cambiados por la espalda y rematar por alto, por derecha algunos pases largos y el astado pendiente de él, levantándole la cara, unos más por ese lado y rematando por alto. Ya el astado estaba más parado y las pocas embestidas solo chocaban con una tela. El paso para atrás a la hora de aguantarle, y a abreviar la tanda cortándola. Al final algunos en redondo con más apuro de irse que quedarse, no encontró otra forma de meter a la gente a su labor que aventar los trastos a la arena en desplante un tanto vulgar. Mató de entera caída y delantera para escuchar marcada división de opiniones, pero él no se quería ir con ese resultado para las fichas, no, y salió al tercio en pos de reconocimiento que en el momento nadie se lo estaba dando

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PUBLICADO ANTES EN https://torosenelmundo.com/